BUEN PARTIDO DE BENZEMA Diez minutos fueron suficientes para amansar a Mourinho, para que nadie nos recordara el nombre del árbitro, para sentenciar la eliminatoria y, lo más importante, para que el fútbol fuera el protagonista. Porque en ocasiones, con excesiva frecuencia, nos olvidamos de que en este juego las diferencias se deben marcar con el balón y no con las palabras. Y con la pelota, el Real Madrid fue esta vez infinitamente superior al Levante, un equipo que dejó una imagen desagradable. Sobrepasado en todas sus líneas, trató de equilibrar el choque y minimizar los daños con argumentos poco futbolísticos. Eligió la táctica equivocada y se llevó del Bernabéu un revolcón de dimensiones históricas. Una derrota humillante a la que pusieron cara Benzema y Cristiano Ronaldo, con un hat-trick cada uno, Özil y Pedro León, pero de la que nadie tuvo más culpa que Di María, que completó un encuentro excelente y supo mover al equipo y asociarse con sus compañeros hasta el punto de que...