
La diferencia quedó en 17, pero llegó a ser de 30. El Real Madrid pasó por encima del DKV Joventut apropiándose de su espíritu histórico: defender, robar, corre y disfrutar. El equipo blanco jugó una defensa sensacional, siempre tratando de evitar el juego exterior de los catalanes, y el partido le duró muy poco. Y, por si había alguna duda, el choque se acabó sin remisión cuando se lesionó Ricky Rubio.
El de El Masnou estaba defendiendo en media cancha a Sergio Llull cuando, al intentar responder a un golpe de cintura del balear, se le fueron los pies, se resbaló y se fue al suelo. Las piernas se abrieron en exceso y la ingle derecha se tensó demasiado. Ricky no estaba jugando bien, ni mucho menos, y el ritmo era del Madrid. Sin embargo, su equipo estaba a 10 con él en pista (25-15, minuto 13) y se fue 24 abajo al descanso. Se había quedado descabezado.
La obsesión de parar los triples
El Real Madrid tenía una obsesión clara: frenar el frenesí triplista de la Penya. El equipo badalonés es, con diferencia, el que más tira de la ACB, y el quinto en porcentaje de acierto. Por eso, el equipo blanco arriesgó desde el comienzo a saltar en cada bloqueo para evitar los tiros de tres catalanes, sin importar si se colaba algún balón dentro. Un ejemplo: Demond Mallet acabó con 0/5 en triples, pero todos fueron lanzados en malas posiciones, forzados por la gran defensa blanca.
Además, el equipo madridista llevaba el ritmo en cada momento. Con Ricky Rubio en pista le interesaba correr, y así lo hizo. Raúl López guió con maestría y la diferencia llegaba a 10 (25-15) en el minuto 13.
En ese momento se acabó el partido. Ricky Rubio presionaba a Sergio Llull y en media pista se resbalaba tratando de frenar al menorquín. La pierna derecha se le iba y se sobreestiraba la ingle. La lesión parecía dolorosa, y el catalán se fue de la pista para no volver.
Fin de la historia
Desde ahí no hubo más que disfrutar del juego del Madrid. El Joventut perdía un balón tras otro, y los blancos saturaban las líneas de pase para correr y anotar con facilidad. En ese terreno destacaron dos suplentes: Jeremiah Massey y Marko Tomas, excelentes en los dos lados de la cancha. Con ellos, el Madrid se despegó, hasta dejarlo todo decidido al descanso (47-23). En esos momentos, Sito Alonso se veía importente en el banquillo sin posibilidad de pedir un tiempo muerto. No ordenó ningún cambio defensivo y vio cómo se le iban todas las opciones.
Desde ahí quedó ver aAlonso ordenando una zona 2-3 que apenas dio problemas a los blancos y quedó certificar que el pundonor del Madrid es grande, porque no dejó de trabajar. Su rebote de ataque fue letal y no permitió ninguna duda.
El lunes, el segundo encuentro. El Real Madrid tiene una ventaja numérica y moral contra su rival. Y, sobre todo, tiene la ventaja de que no contará con Ricky Rubio, el alma de un equipo perdido sin él.
FICHA TECNICA
DKV Joventut (13+10+18+21): Ribas (12), Rubio (2), Jasaitis (10), Norel, Moiso (6) -cinco inicial-, Bogdanovic (9), Karl (4), Jagla (2), Hernández-Sonseca (8), Laviña (6), Tomás (3) y Mallet
Árbitros |
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Francisco De la Maza, Óscar Perea y Sánchez Montserrat. Sin eliminados. |
Incidencias |
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Primer partido de la eliminatoria de cuartos de final de la Liga ACB, que se juega al mejor de tres partidos, disputado en el Palacio Vistalegre ante unos 7.100 espectadores. El Real Madrid se adelanta por 1-0 y el segundo partido se disputará el próximo lunes en Badalona. |
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