Ir al contenido principal

Noticia patrocinada - News sponsored by:

EUROLIGA 1/4 DE FINAL (QUINTO PARTIDO): REAL MADRID 66 - P.E VALENCIA 58



Toda una generación de madridistas verá al Real Madrid entre los cuatro mejores de Europa. Por fin. Y los que han recordado tantas veces dónde y cómo estaban en aquellos maravillosos días de 1996 ya no tendrán que mirar atrás, su nueva consigna es dónde estarán el próximo 6 de mayo. Eso es lo que el Real Madrid ha ganado esta noche en la Caja Mágica, esta vez mágica de verdad. El regreso a la elite, el primer gran síntoma de vida de un proyecto durante tanto tiempo en cuarentena; El derecho a mirarse el espejo con orgullo y citarse con los mejores en el mejor momento. Ahora, en el vino y las rosas, conviene que el Real Madrid recuerde, que no deje pasar esta ocasión. Que todos sus estamentos añadan fe y voluntad a una sonrisa imborrable ahora y en las próximas horas. El Real Madrid no puede estar quince años sin Final Four. No debe. No tiene que merecer semejante desierto. Es el Real Madrid y si su nombre recorre Europa otra vez con toda su sonoridad, también debe hacerlo en sus propias venas. No es sólo volver: es volver y quedarse.

Conviene recordar también, en el ansia de grandeza que acompaña a la euforia, que si el Real Madrid quiere volver a ser y volver a estar, tiene que asumir rápido que en realidad no ha logrado nada. Que está en la puerta y que ahora toca derribarla. No parar, no conformarse. Aunque ahora toca disfrutar, por supuesto. La ocasión lo merece en la semana en la que, algunas cosas no pasan por casualidad, el Hall of Fame ha recibido a un genio gigante (y no hablo de sus 220 centímetros, que también) como Arvydas Sabonis. Y así y por eso, mirando más a 1995 que a 1996, el Real Madrid tiene que llenarse de hambre y convicción. Porque a pesar de todos los pesares de la temporada, está a dos partidos de ser campeón de Europa. Y ahora no importa la categoría de los rivales que han quedado atrás ni la de los que vendrán. No importa no ser favorito a priori como importaría bien poco serlo. Son dos partidos de baloncesto. Ni más ni menos.

Entre el pasado lejano y el futuro inmediato se nos escurre el presente, y el presente dice que hubo un partido y lo ganó el Real Madrid. Y conviene darle el valor que tiene. Porque el Real Madrid ganó a Power Electronics, que no es poco, pero ganó también a la ansiedad, al fatalismo, a toneladas de presión. Ganó el partido que tenía que ganar, cosa que no hizo en toda la temporada pasada y eso ya es en sí mismo un paso adelante. El Real Madrid es, cosas del juego, el único equipo con factor cancha a favor que estará en el Sant Jordi, el único que sofocó una rebelión en cuartos. Y en cinco partidos, prueba de que no le sobró nada y de que nada le regaló un rival digno, valiente y terriblemente peligroso. Y la presión, claro, la que sepultó al equipo valenciano en el tercer partido, bisagra y clave, ahora bien podemos asegurarlo, de todo lo que ha pasado después. La presión que casi devora a los blancos en el primer tiempo, la que tuvo a los dos equipos sin anotar casi todo el último cuarto. Esa presión...

En un rincón en el calentamiento y con cara de pasar por allí durante muchos minutos del partido, Molin asistió a lo que hace unos meses hubiera parecido un milagro, una catarsis que se ha llevado por delante a Messina y ha cambiado convicciones, unas para bien y otras para mal. Molin se ha puesto en manos de sus jugadores y estos han respondido con sangre, sudor y lágrimas. Pero han respondido. En el quinto partido, además, el equipo ganó con sus armas: corazón, lucha, defensa. Con eso, con los dientes apretados y el partido llevado a las directrices naturales de la eliminatoria: el rebote, los centímetros y la profundidad salvaron al Real Madrid.

Valencia, hasta la extenuación

Power Electronics murió en pie (62-58 a noventa segundos del final), dejándose hasta la última gota de sudor y llevando el partido a la silla eléctrica del último cuarto. Comenzó la primera fase en 1-4 y el Top 16 en 1-3, y se va en el quinto partido de cuartos con el alma en pie y un cadáver orgulloso. Puede estarlo. En el primer tiempo desarmó al Madrid por conceptos colectivos y sentido de juego. Pesic ganó la partida a Molin y la alargó hasta que Savanovic (19 puntos) no pudo más, hasta que comprobó que el aro escupía todos los tiros de Cook (sin anotar) y De Colo, hasta que las faltas le dejaron sin Javtokas... demasiado. Sorprendió de salida (2-11), mandó casi hasta el descanso (13-23, 19-26) y aguantó a flote en un segundo tiempo de intensidad abrasadora y atmósfera electrificada (esta vez sí) en la Caja Mágica. Todo el partido fue una batalla que voló en el segundo cuarto (29-25 de parcial) y fue a las trincheras después: 26-16 en todo el segundo tiempo.

En el segundo tiempo el Real Madrid cogió 29 rebotes, 12 en ataque. Ahí ganó mucho partido: segundas opciones, metralla para las piernas de Power Electronics, obligados a esfuerzos extra en defensa. En ese hábitat es normal que resultarán decisivos Felipe (10 rebotes) y Suárez (12 + 10, 19 de valoración) y es normal que Fischer apareciera como un gigante en el último cuarto. Su intimidación dibujó un escenario decisivo en los minutos de más actividad defensiva del Real Madrid. Prigioni arregló atrás su mal partido en ataque y no importó que Llull sólo apareciera por las bravas, que no jugara Velickovic o que Mirotic no fuera determinante. Ganaron los obreros y ni siquiera Tomic (otra vez blando) fue crucial. Sí lo fue en el primer tiempo Tucker. El escolta, enemigo público número 1 cuando han venido mal dadas, anotó tres triples trascendentales en el segundo cuarto. Después dejó un carrusel de fallos, pero esos 12 puntos al descanso fueron más que un granito de arena. Fueron oxígeno y un castigo clave para un rival que fue mejor todo el primer tiempo con un rédito final mínimo: 40-42. En bandeja para la versión más abrasiva de la defensa blanca (18-9 en el instrumental tercer cuarto).

La victoria se escribió en las claves del Real Madrid: defensa, rebote, brazos, piernas, ayudas: defensa. El partido estuvo a la altura, juego racheado y tensión hasta la crisis nerviosa. Al Real Madrid le espera la Final Four y le espera Maccabi primero, después quizá Montepaschi o Panathinaikos. Equipos físicos, defensivos, intensos, con mucho músculo y muy bien entrenados. Palabras mayores: es la Final Four. Molin deberá dar un paso adelante y el equipo reforzar lo que flaquea para no quedarse corto. Pero eso será otra historia y ahora lo que queda es disfrutar, vivir, soñar, sonreír. El Real Madrid, en tiempos convulsos y quince años después, vuelve a la Final Four. Es el partido que esperaban muchos aficionados, todos los aficionados. Es la noche de toda una generación de madridistas.

FICHA TECNICA

Real Madrid: (11+29+18+8): Prigioni (6), Llull (9), Suárez (12), Reyes (7), Tomic (9) -quinteto inicial- Mirotic (7), Tucker (12) y Fischer (4).

Power Electronics (17+25+9+7): Cook (0), Rafa Martínez (16), Savanovic (19), Pietrus (0), Javtokas (3) -quinteto inicial- Navarro (2), Lishchuk (6), De Colo (6) y Richardson (6)

Árbitros: Drabikovsky (UKR), Pukl (SLO) y Sahin (ITA).

Incidencias: Quinto partido de los cuartos de final disputado en la Caja Mágica de Madrid. Lleno. 12.093 espectadores, entre ellos quinientos seguidores del equipo valenciano.

Comentarios

Entradas populares de este blog

ENTREVISTA AL "CAPO" DE IRREDUCIBILI LAZIO

Como todos sabeis o deberiais saber, las hinchadas ultras del Real Madrid (Ultras Sur) y Lazio (Irreducibili) estamos hermanadas. MADRIDISTAS os reproduce una entrevista realizada al capo de dicho grupo: 1) ¿ Qué significa para tí ser ultra ? "Para mí es un estilo de vida, que va más allá del estadio, no estar homologado, encasillado, ir más allí que un hincha normal, estar todas las semanas con la cabeza pensando en Lazio". 2) ¿ Qué son los Irreducibili ? "Para mí es un grupo muy importante dentro del panorama ultra itliano porque creo que ha aportado muchas novedades, a nivel de mantalidad, de modo de pensar... de manera distinta a como lo hacen otros, hemos cambiado, digamos en cierta manera, el modo de ser ultras; os puedo asegurar que después de 10 años muchos grupos italianos han seguido el ejemplo de Irreducibili". 3) ¿ Por qué Irreducibili ? "Porque cuando fundamos el grupo eramos un grupo de gente que no quería echarse atrás, como indica el propio nomb...

EL PASADO MADRIDISTA DE RAFA BENITEZ

Rafael Benítez Maudes, entrenador instalado en la élite del fútbol mundial, tiene un brillante pasado madridista. Aquí, durante casi 20 años, se formó como jugador y como entrenador. Realmadrid.com les ofrece un repaso de su historial madridista, apoyado con los testimonios de algunos canteranos que jugaron o fueron dirigidos por él, como López Miró, Morales, Velasco, Contreras, Dani o Iván Pérez. Juntos nos ayudan a comprender los conocimientos y valores que aprendió en esta casa y que ha puesto en práctica a lo largo de una excelente trayectoria profesional que le ha llevado a convertirse en uno de los mejores entrenadores del mundo. Rafael Benítez Maudes nació en Madrid el 16 de abril de 1960 . Hijo de Francisco y María Rosario, desde niño siempre mostró su pasión por el fútbol, aunque con una mirada diferente, más profunda y analítica. Parecía predestinado para entrenar. Entró en el Real Madrid a través de su Torneo Social, cuna de tantos futbolistas, en febrero de 1974 . Tenía 13 ...

NUEVA SECCIÓN: MADRIDISTAS Y FAMOSOS

MADRIDISTAS inaugura un nuevo hilo de entrevistas denominado "madridistas y famosos" , en el que daremos cabida a multitud de personajes famosos que pasean su madridismo por el mundo. Empezaremos de una forma inmejorable con el número 1 del tenis mundial: Rafa Nadal. Rafael Nadal es el número uno del tenis y un número uno del Real Madrid. Confeso madridista, aprovechando su participación en el Masters de Tenis de Madrid, el manacorí atendió a los medios del Club para descubrinos algunas pasiones blancas: su admiración por los holandeses, su identificación con Raúl, su deseo de que Iker Casillas logre el Balón de Oro y una apuesta para el partido que se disputó ese fin de semana: ganar en el Vicente Calderón. Y así fue. Sabemos que a Rafael Nadal le gustan especialmente los holandeses del Real Madrid... Creo que prácticamente todos los fichajes holandeses están saliendo muy bien. De los españoles tenía todas las camisetas (risas), y me hacía especial ilusión tener la camise...