Eran las dos de la madrugada del jueves 2 de abril de 1992. La vida de uno de los iconos del madridismo terminó en el kilómetro 161,625 de la autovía de Extremadura, en el término municipal de Calzada de la Oropesa (Toledo). Era Juanito, el '7' mágico, un genio con dos personalidades, pero su recuerdo sigue presente en el corazón de todos los madridistas diecisiete años después de su adiós.
Juanito iba dormido en el asiento del copiloto y no se percató de la maniobra que realizó el conductor, el preparador físico del Mérida, Manuel Ángel Jiménez 'Lolino', para evitar unos troncos que había sobre la carretera, caídos de un camión volcado. El coche se estrelló contra un camión portugués y Juan Gómez murió al instante. Toda España quedó convulsionada con aquella trágica noticia.
Por entonces entrenaba al Mérida, en Segunda, y podía haber visto el Madrid-Torino por televisión, pero anhelaba sentir la magia de las noches europeas del Bernabéu y fue a ver el partido en directo. Lástima. Nos dejó con 37 años.
Carácter.
Era un rebelde con causa. Su carácter le llevó a tener muchos problemas (y sanciones) con los árbitros y rivales. Matthäus puede dar fe de ello por el pisotón que recibió de Juanito por defender a Chendo. Era visceral, pero se arrepentía al instante. Puro corazón. Era capaz de retirarse del campo llorando de emoción tras el 4-0 al Borussia o terminar arrodillado tras el gol de Zamora que le dio la Liga a la Real Sociedad en la recta final. Sus diez años defendiendo el escudo del Madrid (1977-87) fueron para enmarcar.
"Llegar a esta casa era como tocar el cielo", dijo en su presentación como jugador del Madrid en 1977. Desde ahí, en el cielo, seguro que sigue escuchando el "¡Illa, illa, illa, Juanito Maravilla!" que le canta el Santiago Bernabéu en el minuto siete de cada partido.
Ante el Torino vivió su última gran noche europea
Juanito, en su afán por devorar el aroma de las noches europeas del Santiago Bernabéu, se desplazó desde Mérida para ver el regreso de Martín Vázquez al santuario blanco. En abril de 1992 el destino quiso que los dos equipos se enfrentasen por un lugar en la final de la Copa de la UEFA de la temporada 1991-92.
Al conjunto italiano no le pesó el miedo escénico y se adelantó con un gol de Casagrande, pero el Madrid remontó en 10 minutos gracias a Hagi y Hierro. No obstante, el Madrid perdió en la vuelta por 2-0 en Delle Alpi.1
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