El Real Madrid afrontó la visita del Brose Bamberg con la idea de confirmar su buen estado de forma tras las dos amplias victorias logradas ante el Virtus Roma y Lagun Aro. El equipo de Messina, con más estabilidad que hace unas semanas, tenía como premisas seguir mostrando la notable mejoría conseguida en defensa. Una victoria ante el equipo alemán y otra ante el Charleroi en el próximo partido daba la posibilidad a los madrileños de pensar en la primera plaza del grupo.
El conjunto local comenzó el partido desacertado en el tiro exterior e interior, lo que le pudo abocar a una desventaja considerable en el marcador a no ser por el poco tino mostrado también por su rival. Fue el técnico madridista el que se vio obligado a pedir el primer tiempo muerto al ver el pobre tanteo de sus hombres, tan sólo seis puntos en el ecuador del primer cuarto. El buen trabajo defensivo español no iba en consonancia con sus acciones ofensivas, la mayoría de ellas en estático y sin acierto.
Los alemanes sorprendieron al no renunciar a posesiones largas de balón, lo que llevó consigo un alto ritmo de partido que no era muy previsible. El Real Madrid lograba fáciles posiciones de disparo que se empeñaron en no entrar por el aro. AMessina no le gustaba lo que veía y volvió a reunir a sus jugadores en el banquillo en el segundo tiempo muerto para pedir un poco de orden a la hora de atacar la canasta rival. El Brose Bamberg, que realizó un primer cuarto muy serio, alcanzó su máxima ventaja (+6) a pocos segundos de la conclusión del primer asalto. Esta fue la diferencia con la que acabó el primer cuarto (14-20) y que dibujó un rictus serio en la cara de Messina.
En el comienzo del segundo cuarto, mucho más intenso que el primero, el Bamberg mostró algunas debilidades que ayudaron a una leve reacción madridista que fue en aumento hasta que el conjunto alemán elevó considerablemente su acierto en el tiro exterior. La puntería de los visitantes obligaba al Real Madrid a no fallar en ataque, cosa que los locales no lograron. El tiempo muerto pedido por Messina a dos minutos del descanso le sirvió al técnico para pedir a los suyos acciones más sencillas en ataque, mantener la seriedad en defensa y centrarse únicamente en el partido.
Este tiempo muerto resultó decisivo para el devenir del partido. El conjunto merengue consiguió un parcial de 9-0 que aniquiló la desventaja blanca y le situó un punto por encima en el marcador. Un triple de Clay Tucker sobre la bocina mandó al Real Madrid a los vestuarios con un punto de ventaja (37-36). Felipe Reyes y Ante Tomic fueron los máximos anotadores locales en el primer tiempo, con nueve puntos cada uno.
Los blancos sabían bien la forma de hacerse con el partido en el segundo tiempo, haciendo lo mismo que en los dos últimos minutos del primer acto: seriedad en defensa y acciones sencillas en ataque. Pero la vuelta al juego no fue muy halagüeña, un parcial de 0-8 sembró de dudas laCaja Mágica. La pájara merengue era tremenda. Los de Messina se fueron del partido llegando a permitir a su rival hasta tres rebotes ofensivos en la misma jugada.
Hubo que esperar a rebasar el ecuador del tercer cuarto para que Fischer anotara los dos primeros puntos de los locales tras el intermedio y Llull lograra el primer triple de los suyos en todo el encuentro. El Brose Bamberg se mostraba cómodo a consecuencia de las facilidades en el tiro, sobre todo desde el perímetro, que le concedía su rival. Al igual que sucedió en el segundo cuarto, un tiempo muerto de Messina sirvió al técnico italiano para aleccionar a los suyos e invertir el curso del choque hasta el punto de que la ventaja visitante se esfumó y se llegó al comienzo del último y decisivo cuarto con la misma ventaja que al descanso, un punto.
Al Real Madrid le bastaba con seguir con la misma dinámica durante el asalto final para hacerse con la victoria y el espaldarazo moral correspondiente para acudir la próxima semana al enfrentamiento con el Charleroi con sus opciones de ser primero de grupo intactas. El envite parecía resuelto a favor del Real Madrid a poco de la conclusión, pero los de Messina se empeñaron en hacerlo lo más difícil posible y cedieron terreno a un rival que forzó la prórroga.
Durante el tiempo extra ambos equipos alternaron durante la recta final un intercambio de golpes, aciertos y fallos, que acabó por desnivelar la balanza del lado madridista. Eso sí, con polémica incluida en los segundos finales. Los árbitros del encuentro interpretaron como una canasta de dos puntos un triple logrado por el Bamberg que pudo resultar decisivo para el resultado final. Fischer cerró el partido con una palmeo a dos segundos de la bocina. Felipe Reyes, con 18 puntos, volvió a ser el máximo anotador del Real Madrid.
FICHA TECNICA
Real Madrid (14+23+18+18+10): Sergio Rodríguez (2), Llull (12), Suárez (7), Reyes (18) y Tomic (9) -quinteto inicial- Garbajosa (7), D. Fischer (10), Tucker (9), Velickovic (9) y Vidal (0).
Brose Bamberg (20+16+18+19+8): Goldsberry (9), Suput (14), Pleiss (4), Jacobsen (6) y Gavel (7) -quinteto inicial- Hines (17), Brian Roberts (21), Terry (3) y Tadda (0).
Árbitros: Cmikiewicz (POL), Pilodis (GRE) y Chiari (ITA). Eliminado: Tucker, min. 40.
Incidencias: Cuarta jornada del Grupo B de la Euroliga. Caja Mágica, de Madrid. Media entrada, 4.632 espectadores.
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