
Tuvo el partido en su mano el Real Madrid, pero la mala fortuna de cara a canasta en algunos tiros clave propició que el CSKA de Moscú, el vigente campeón de la Euroliga, se llevara la victoria de Vistalegre. En un partido marcado por las defensas, el Real Madrid mejoró su juego, y sobre todo su imagen, con respecto a las últimas actuaciones. La igualdad fue la tónica dominante, hasta que un pequeño bajón de los blancos fue aprovechado por el conjunto de Ettore Messina para machacar a su rival. Pese a ello, el Madrid llegó vivo hasta el final. Felipe Reyes, una vez más, fue el jugador más destacado de los blancos.
Algunos jugadores del Real Madrid habían declarado en la previa que la clave para superar al CSKA iba a estar en la intensidad defensiva. De ahí que saltaran a la cancha con la lección aprendida. Defensa, concentración y poderío en la zona fueron las armas del Real Madrid en los primeros compases del partido. Felipe Reyes dio señales en este arranque de su gran estado de forma y fue el encargado de abrir las primeras diferencias en el marcador. Ningún equipo, sin embargo, se hizo dueño del electrónico ya que las alternativas eran constantes. El respeto de ambos conjuntos y la intensidad con la que se jugaba propició una corta puntuación al término del primer cuarto (10-11).
El partido siguió por el mismo camino en el segundo periodo. La intensidad con la que madridistas y moscovitas luchaban cada balón se reflejaba en el duelo Khryapa-Hervelle. El jugador belga, con una fisura en su tabique nasal, demostró estar hecho de otra pasta al jugar sin protector. A todo esto, el Madrid mejoró con la entrada de Hamilton, que ayudó en el rebote y que puso el 21-18 a favor de los suyos con un palmeo en el min. 17. En el CSKA Langdon se mostraba fallón de cara a canasta, todo lo contrario a Siskauskas, que mantuvo a flote a los vigentes campeones de Europa (28-23).
De hecho, el CSKA despertó en la segunda parte, aprovechando unos minutos de debilidad defensiva de los de Plaza. El Madrid lo pagó muy caro, porque en un abrir y cerrar de ojos, el cuadro ruso había logrado un parcial de 2-11 que dejaba tocados a los madridistas. A partir de ese momento, el CSKA se mostró impacable, con Zisis dirigiendo el juego y Siskauskas y Morris anotando todo. Pero el Real Madrid no bajó los brazos, y con dos tiros libres convertidos por Felipe Reyes –que además conseguía su rebote 500 en Euroliga-, los blancos afrontaba el último cuarto con un solo punto de desventaja respecto a su rival (38-39).
Con este tanteo tan bajo se llegó al tramo final. Las espadas estaban en todo lo alto. Cualquiera podía ser el vencedor, aunque el CSKA se mostró más acertado y logró una ventaja de nueve puntos que ponían las cosas muy difíciles para los locales (40-49). El ímpetu de Raül López apretó el resultado, y Vistalegre rugió con fuerza en busca de la remontada. Ésta estuvo a punto de llegar. A falta de un minuto, Mumbrú colocó el 50-53, provocando una pérdida del CSKA en la jugada posterior. La noche pintaba a épica. Raül López iba a jugarse el triple para empatar el partido, pero falló el tiro y perdió el balón. Las esperanzas se esfumaban, y más cuando Planinic anotaba uno de sus dos tiros libres (50-54). Al final, el triunfo fue para el campeón, el CSKA, que lleva una trayectoria intachable en esta presente edición de la máxima competición continental. La próxima semana, la Euroliga vuelve a Vistalegre con el Real Madrid-AJ Milano. Ahí si que no habrá margen para el error.
FICHA TÉCNICA:
REAL MADRID (10+18+10+16): López (8), Bullock (7), Mumbrú (10), Massey (2), Reyes (10) --quinteto inicial--; Llull (5), Sánchez (-), Hosley (6), Hervelle (4), Papadopoulos (-) y Hamilton (2).
CSKA MOSCÚ (11+12+16+19): Planinic (13), Siskauskas (11), Langdon (4), Morris (6), Lorbek (4) --quinteto inicial--; Zisis (6), Khryapa (9) y Savrasenko (5).
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