
Si en fútbol el equipo que dominara ganara siempre, estaríamos hablando de algo bien distinto. Pero no es así, y es la salsa, lo que hace apasionante este deporte. El Liverpool se llevó la victoria gracias a un tanto de Benayoun a pesar del empeño mostrado por el equipo de Juande Ramos por llevarse algo positivo del encuentro. No fue así y eliminatoria se resolverá en tierras británicas con ventaja para los reds. El encuentro, tremendamente táctico y marcado por la estrategia, fue lo más parecido a una guerra que se pueda ver sobre un terreno de juego. Y como todas las guerras, ésta no terminará hasta el final de la última batalla.
A lo largo de la semana se habló, y mucho, de la importancia del aspecto táctico en la eliminatoria entre Real Madrid y Liverpool. Sobre el terreno de juego, Juande Ramos y Rafa Benítez volvieron a demostrar que dirigen equipos serios y bien plantados en el terreno de juego. Antes de que comenzara el partido, la principal noticia fue la ausencia de Steven Gerrard en el once titular red, dejando su sitio a Benayoun en el equipo y variando el esquema para pasar del 4-2-3-1 habitual al 4-4-2. Mismo sistema utilizó el Real Madrid, que en los primeros minutos mostró su intención de llevar el peso del partido. El primer aviso llegó a los cuatro minutos con un perfecto pase al espacio de Robben desde la derecha que Raúl controló dentro del área. El remate del capitán era atajado por Reina pero, sumado a la falta que había cometido en los primeros segundos en la presión, suponía ya una declaración de intenciones.
El balón era propiedad de los madridistas, que tocaban y tocaban la pelota en busca del espacio, de la ocasión, del gol. Pero cuando enfrente está un equipo como el Liverpool, cuya organización defensiva fue impecable, la empresa se convierte en francamente complicada. Los pupilos de Benítez no perdían en ningún momento el dibujo y se situaba, al completo, por detrás de la línea de medio campo. De esta manera, era francamente complicado generar oportunidades y un disparo de Marcelo tras dejada de Raúl (’15) causaba ciertos problemas a Reina.
El Liverpool soportaba el acecho blanco mostrando una gran eficiencia atrás y salía rápido al ataque, con balones largos y peinados en el centro del campo para aprovechar la velocidad de los delanteros. Típico fútbol inglés. Con ese método disfrutó de dos grandes ocasiones de Torres y Benayoun, pero ambas se encontraron con Casillas. Ventajas de tener al mejor portero del mundo, ya saben. Los minutos de dominio inglés fueron sólo un espejismo, porque el equipo de Juande era el que llevaba la batuta y comenzaba a causar peligro, principalmente por la banda derecha. Ahí, Robben – que durante todo el partido sufrió un marcaje de dos contra uno cada vez que recibía- con sus diagonales y Ramos con sus centros hacían que la temperatura del estadio. Los ingleses, por su parte, sólo pudieron sacudirse del dominio al que estaban sometidos con un espectacular lanzamiento de Xabi Alonso desde su propio campo al que respondió Casillas.
En la segunda mitad Juande decidió mover ficha para dar un aire más dinámico al equipo. Marcelo abandonaba el terreno de juego para cederle su lugar a Guti en buscar de abrir el cerrojo planteado por Benítez. Con el ‘14’ en el campo y los dos equipos más desgastados tras cuarenta y cinco minutos intensísimos, el partido comenzaba a abrirse. Lo hacía en ambas porterías y con la misma fórmula que en el primer periodo: Empuje para el Liverpool; velocidad por las bandas y toque para el Real Madrid. Con Guti por delante, Robben disponía de libertad de movimientos y no paraba de cambiarse de banda para recibir y desbordar. Eso, en ataque. En defensa, las acometidas reds eran una y otra vez frenadas por una impecable defensa en la que sobresalía un Pepe enorme.
DOMINIO BLANCO; GOL INGLÉS
Los minutos pasaban y el porcentaje de posesión para el Real Madrid no hacía más que aumentar. También comenzaban a llegar las ocasiones, que en los primeros minutos tras la reanudación se habían limitado a una gran internada de Robben – autopase espectacular incluído- cuyo remate se estrelló en el lateral izquierdo de la portería defendida por Reina. Robben seguía siendo la principal amenaza para los ingleses y un remate suyo a punto estuvo de inaugurar el marcador (min. 70). Cuatro minutos antes, Fernando Torres se veía obligado a abandonar el partido por unas molestias en el tobillo derecho. Ryan Babel sería su sustituto.
El partido parecía coger cada vez más tono blanco cuando llegó el jarro de agua fría para los de Juande. Falta en el lateral derecho que bota Fabio Aurelio y que Yossi Benayoun remata a la red en el minuto 81. El Liverpool había hecho muy poco para llevarse el encuentro, pero es con eso a equipos como el inglés es, a menudo, suficiente. Tocaba luchar. Tocaba creer. Tocaba jugar. Y el Real Madrid lo hizo. Pero el cronómetro apremiaba y los blancos buscaban la portería más con el corazón que con la cabeza. El encuentro finalizó con 0-1 y habrá que viajar a las islas con un gol de desventaja. Un handicap que, no obstante, ni puede ni debe frenar a un equipo, el madridista, que ha labrado su leyenda con innumerables noches mágicas. Quedan quince días. Que tiemble Anfield, porque la eliminatoria no está ni mucho menos decidida.
FICHA TECNICA
Real Madrid: Iker Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Cannavaro, Heinze; Robben, Lass Diarra, Gago, Marcelo (Guti, m.46); Raúl e Higuaín.
Liverpool: Reina; Arbeloa, Skrtel, Carragher, Fábio Aurelio; Benayoun, Xabi Alonso, Mascherano, Riera (Gerrard, m.88); Kuyt (Lucas Leiva, m.90) y Fernando Torres (Babel, m.61).
Gol: 0-1, m.82: Benayoun.
Árbitro: Roberto Rosetti (ITA). Mostró cartulinas amarillas a Cannavaro (47) y Gago (87) por el Real Madrid; y a Fernando Torres (55), Mascherano (67) y Riera (83) por el Liverpool.Incidencias: Estadio Santiago Bernabéu. 79.500 espectadores, 4.000 de ellos seguidores del Liverpool.
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