
El que fuera niño prodigio de nuestro cine hace algunos años, se declara Madridista practicante. Presume de Carnet de Socio, al igual que su hijo; de ir al campo con su sobrino y de ser uno de los pocos privilegiados que ha podido echarse la siesta en el césped del Bernabéu o de haberse dado un baño en La Cibeles escoltado por la policía. Eso sí, por exigencias del guión. Todo esto nos lo cuenta mientras charlamos tranquilamente, a pie de campo, en el Bernabéu.
De pequeño, ¿soñabas con ser futbolista o te tiraba más el cine?
Cuando era niño sí que hacía deporte, pero pronto empezó a tirarme más el cine. Además, como me tocaba viajar mucho por los rodajes, cuando regresaba al cole había perdido comba respecto al resto de compañeros y nunca me cogían para formar los equipos de fútbol.
Y ahora, ¿te has desquitado?
No. Juego bastante poco y cuando lo hago, me pongo de portero.
¿Te meten muchos goles?
Hago lo que puedo, la verdad.
Madridista, ¿desde cuándo?
Desde que tengo uso de razón. En mi casa siempre se ha visto mucho fútbol y todos somos del Real Madrid. Además, soy Socio desde hace muchos años. Aunque yo soy más de ver los partidos en el salón de casa tranquilamente y sin exasperarme mucho, porque el fútbol es sólo eso, fútbol. Yo con ver jugar bien al equipo, me conformo.
Después de tantos años siguiendo al Real Madrid, tendrás muchos recuerdos asociados con el Club, ¿no?
Sí. Recuerdo cuando tenía unos 14 años y venía al Estadio, con el que hoy es mi socio, a ver los partidos de Copa de Europa. Nos íbamos colando por todas partes, de grada en grada… Son recuerdos muy bonitos.
Ahora, ¿también eres un asiduo al Santiago Bernabéu?
Mi ahijado es muy futbolero, muy Madridista y él tira de mí para venir al campo.
¿Y tu hijo?
También es socio, pero es poco futbolero porque es muy pequeño todavía.
¿Cómo estás viendo al equipo en estos primeros compases de la temporada?
A lo mejor, un poco más flojo que el año pasado. Pero queda mucha Liga por delante y todavía quedan muchos sustos y sorpresas. Además, no es cómo se empieza, sino cómo se acaba.
De la actual plantilla, ¿cuál es tu jugador favorito?
Me gustan todos, aunque tengo debilidad por la cantera y por la gente de la casa. Soy de Guti y de Raúl. Pero especialmente de Guti, porque es un guerrero que está siempre luchando. A mí me gusta la gente que no lo tiene fácil y, sin embargo, se las apaña para estar siempre en primera línea.
¿Y tu favorito de todos los tiempos?
Sin duda, Zinedine Zidane. Me parecía un fuera de serie. Hay gente que es buena, gente que es muy buena y luego hay algunos que son geniales…
Y ahí está Zidane, ¿no?
Efectivamente. Ese control de balón, cómo lo llevaba pegado a la bota y hacía lo que quería con él… Eso le hacía distinto del resto. Me parecía que era el mejor.
Este Estadio vacío impresiona, pero lleno… ¿Te imaginas cómo puede ser jugar en este campo donde se inventó ‘el miedo escénico’?
Es inimaginable pensar lo que deben sentir los jugadores con el Estadio lleno. Por un lado, una sensación de aislamiento, pero por otro, un subidón de adrenalina… Creo que son personas con un temple especial para aguantar la presión del público.
¿Qué te ha impresionado más de esta visita al templo del madridismo?
Me ha impresionado mucho ver los entresijos del Estadio, pero sobre todo, los vestuarios de los jugadores. Me he hecho una foto y todo en la taquilla de Guti.
Con una carrera tan larga como la tuya, ¿nunca has interpretado un papel de futbolista?
Nunca. Lo más que he hecho ha sido de periodista deportivo en ‘Bienvenido a casa’, de David Trueba y de aficionado blanco en ‘Cha-cha-chá’, de Antonio del Real y en ‘Rivales’, de Fernando Colomo, donde llevaba la camiseta de Raúl. Y fue una experiencia muy bonita.
¿Recuerdas alguna anécdota divertida de aquellos rodajes?
Divertida y curiosa. En el rodaje de ‘Bienvenidos a casa’, estuvimos rodando unas escenas en el Bernabéu. Después de comer tuvimos un ratito libre y me eché una siestecita en medio del campo. ¡Qué césped más maravilloso! Me supo a gloria bendita. Y en ‘Cha-cha-chá’, Eduardo Noriega y yo rodamos una escena en la que celebrábamos un triunfo del Madrid bañándonos en La Cibeles. Para rodarla, la policía municipal cortó el trafico. Nosotros llevábamos un traje de neopreno para evitar el frío y hacer lo que quisiéramos en el agua. Fue realmente increíble…
Así que ya sabes lo que sienten los jugadores cuando acuden a la diosa a celebrar los títulos con la afición…
Sí, porque yo nunca, como aficionado blanco, he ido a celebrar un título a La Cibeles.
¿Y cómo los celebras entonces?
Me gusta que gane mi equipo y eso me produce mucha alegría, pero suelo huir de las aglomeraciones de gente, fiestas populares y demás, porque al final acabas siendo un elemento más de la fiesta y te tienes que hacer muchas fotos. Además, el fútbol tiene esa cosa mágica, maravillosa, que consigue unir a todos.
¿Qué siente Jorge Sanz por un equipo como el Real Madrid?
Cada uno tiene sus amores: a un Club porque te da satisfacciones y te gusta verlo jugar por lo bien que lo hace, porque es el mejor del mundo… No sé explicarlo, sólo puedo decir que cada uno tiene sus amores y el mío, en el fútbol, es el Madrid. Tengo el corazón blanco desde niño. Un sentimiento que comparten miles de personas y traspasa fronteras… Sin duda. Vayas donde vayas: Argentina, Brasil, Italia… siempre te encuentras con alguien que lleva la camiseta del Madrid. Tiene seguidores en todo el mundo.
Para terminar, un deseo para ti y otro para el equipo.
Para mí, ¡quedarme como estoy! y para el equipo, que sigan disfrutando jugando. Eso es lo fundamental.
PENALTIS
Comentarios